El inspector Bouvard contra el rey de los disfraces

Paris, 1970. Un fantasma recorreu Europa, un inspector con sus ayudantes trataban de atrapar a un ladrón de disfraces perfectos, pero ese ladrón, el más astuto de todos los tiempos andaba suelto. Gracias a su increíble habilidad, ese delicuente miserable estaba robando tesoros artísticos de todo el continente. Sus disfraces eran perfectos, jamás persona alguna vio su rostro. En realidad cualquier individuo podría ser ese criminal, pero había solamente un hombre capaz de identificarlo, el inspector Bouvard, el único que alguna vez lo envió a prisión. Nadie reconocería al ladrón por su aspecto, solamente el inspector podría olerlo, pues Bouvard poseía un don, su olfato era infalible y además era capaz de sentir el olor de la culpa. Cuando todos buscaban algo para detener el criminal, surgió una mujer muy guapa y seductora, que se llamaba Desiré. De pronto todos se quedaron maravillados con la belleza de la nueva secretaria. En realidad el inspector estaba enamorado de ella, mientras tanto él tenía una novia. En algún lugar de Paris, el ladrón planeaba su próximo golpe, juró vengarse y cuando escapó de la prisión inició a su promesa de venganza, secuestrando a la secretaria del inspector. Nadie daba créditos a sus ojos, pues todos creían que la secretaria estaba en la recepción. Al día siguiente, el ladrón llamó a Bouvard por teléfono y le dijo que iba a asaltar un banco, el inspector y sus ayudantes se instalaron en un lugar estratégico, pero no hicieron nada, el criminal siguió cometiendo una serie de espantosos delitos. La gente de Paris no hablaba de otra cosa, sino de eso. En el despacho del inspector Bouvard, las horas pasaban lentamente, el ayudante se preocupaba en detener al rey de los disfraces, pero el inspector le dijo que el ladrón vendría hacia ellos. Bouvard no se equivocaba, el criminal ya se estaba preparando para hacerle una visita, el delincuente planeaba hacer una visita al inspector. Al día siguiente en la oficina de Bouvard, Desiré pregunta a todos se iban a festejar su regreso, pues ella había escapado de las manos del criminal. En ese momento un brinde, después otro y más otro, al rato todos estaban amistosamente borrachos. De pronto llega el jefe y al mismo tiempo apareció un hombre parecido al inspector, pero en realidad se trataba de ladrón, a partir de eso el criminal juntamente con Desiré fueron condenados a cadena perpetua, Bouvard acrecentó su fama, consiguió una novia mucho más hermosa, él no podría seguir amando a una mujer que le traicionó con un miserable, pues su novia era hermana del delincuente y todo terminó bien.